Conversó con un señor que encontró en el campo del pueblo campesino Huacho Sin Pescado; le suplicó que si le podía invitar un poco de agua para calmar su sed. Muy sorprendido escuchó la respuesta negativa del señor campesino.
El muky, muy molesto, se fue a buscar a otros amigos por el campo, y encontró al zorro que aceptó serlo; ante él se quejó de la gente del pueblo de Huacho Sin Pescado, porque el señor no quiso invitarle un poco de agua y le mostró egoísmo; pero, luego, se encontró con otro señor del pueblo de Curay, vecino del pueblo de Huacho Sin Pescado, con quien anduvo por el campo y compartió buena amistad, sinceridad y respaldo amplio.
— Él me dio la mano –dijo el muky– me brindó agua, pero ahora que sabes el problema, tú y yo vamos a hacer un pacto de tomarnos toda el agua. El muky y el zorro se tomaron toda el agua hasta dejar nada para Huacho Sin Pescado. Decidieron dejar el agua en la comunidad de Curay, porque la gente de ese pueblo era muy buena. Los dos, llenos de agua en la barriga, se fueron a los campos de Curay para desparramarlo en diferentes lugares de la comunidad. Se dice que desde ese momento la comunidad de Curay no ha dejado de tener agua en abundancia y muchos manantiales; y desde ese día Huacho Sin Pescado no tiene agua.
Curay comparte su agua con este pueblo vecino, pues Huacho no tiene ríos, quebradas que tengan agua propia, sólo tiene dos riachuelos como son Quepacocha y Cuturagra, los que mayormente paran secos en los meses de verano. El muky se fue a vivir en un manglar de Curay (arbusto de Paty, árbol de la zona) y el zorro sigue viviendo libre en el campo haciendo sus t
ravesuras.
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